JJOO 2010: Las mujeres, a pura acción

El mal tiempo aplacó en Vancouver y las chicas arrancaron su programa olímpico: Lindsay Vonn se coronó como la reina de la velocidad con un triunfo aplastante en el descenso, y Maria Riesch se quedó con la Super Combinada. Las argentinas Macarena y María Belén Simari Birkner, con dispares actuaciones.


Después de muchas postergaciones, llegó el momento para que las mujeres empezaran con sus pruebas. La primera fue el descenso, la madre de las disciplinas alpinas, y la prueba de velocidad por excelencia coronó a su esperada reina: Lindsay Vonn (foto). La estadounidense, que en el actual circuito de Copa del Mundo ganó cinco de los seis descensos disputados, obtuvo así el último de los grandes títulos que le faltaba conseguir. Es que en su haber ya tenía dos Globos de Cristal –conquistados consecutivamente en las dos últimas temporadas- y dos medallas de oro en los Mundiales de Val D´Isere 09, y en la primera prueba en Vancouver ya obtuvo lo que había ido a buscar: el oro olímpico.
Vonn confirmó así su favoritismo y anotó a su record personal el haber sido la primera estadounidense en colgarse un oro en descenso, ya que, en velocidad, sólo la mítica Picabo Street había conquistado la dorada en Super G en los JJOO de Lillehammer 94.
El descenso corrido por las mujeres, un trazado muy técnico de casi un kilómetro y 770 metros de desnivel, fue una verdadera trampa mortal para muchas competidoras. En total ocho participantes no pudieron terminar la prueba (de 45), y entra las más notables estuvo la sueca Anja Pearson, que sufrió una espectacular caida en el último salto cuando los parciales la ubicaban en posición de podio. La sueca se levantó por sus propios medios aunque muy dolorida. Otras no tuvieron tanta suerte: la rumana Edith Miklos tuvo que ser evacuada en helicóptero y la suiza Dominique Gisin, en camilla; con lesiones diversas, ninguna de las dos volverá a competir en estos Juegos.
A Vonn la escoltaron su compatriota Julia Mancuso, que hizo una bajada espectacular y selló un gran 1-2 para el US Ski Team, y por la austríaca Elisabeth Goergl, salvando el honor de los países alpinos ante el avance norteamericano en el ski alpino femenino.
De todas formas, el registro final de cada uno dejó un dato más que significativo: Lindsay le sacó a Mancuso más de medio segundo, y a la tercera, casi un segundo y medio, un verdero abismo en una especialidad en la que, generalmente, las cuatro o cinco primeras suelen estar en el mismo segundo.
Las argentinas María Belén y Macarena Simari Birkner hicieron buenas bajadas, aunque quedaron lejos, por posición y por tiempo, de las primeras. Pero lo de Belén fue muy meritorio, porque con un dorsal muy alto y una salida cancelada y no por su culpa –lo que la obligó a subir en moto de nieve y alistarse para la nueva salida con prisa-, se sobrepuso a esas cuestiones e hizo una bajada prolija y segura, aventajando a su hermana y a varias otras rivales, para quedar 29ª. y mejorar su anterior registro del puesto 35° en los Salt Lake City 2002; Macarena también hizo lo propio, al registrar un 31° lugar en la clasificación final (34ª. en 2002). La otra sudamericana en el descenso fue la chilena Noelle Barahona, que con apenas 19 años tuvo una actuación más que decente y quedó 34ª., aventajando a tres corredoras.


La Super Combinada
Un día después del descenso llegó el turno de la Super Combinada. En el descenso, la lógica se mantuvo inalterable. Lindsay Vonn volvió a arrasar, Mancuso se ubicó tercera y en el medio se coló la alemana Maria Reisch. Macarena y María Belén Simari Birkner, en tanto, finalizaron en la 26 y 27ª. posición (entre 35), a la espera que una buena bajada en el slalom, disciplina en la que tienen mucho más entrenamiento, pudiera dejarlas con un buen ranking final. La pista del descenso, la misma que se utilizó el día anterior pero más corta, fue acondicionada para que tuviera menos saltos y, de hecho, no hubo caídas. El director de carrera de las pruebas femeninas, el gran ex corredor noruego Atle Skaardal, acusó recibo de lo sucedido el día anterior.
En el slalom, por la tarde, todo parecía seguir la lógica. Julia Mancuso, con su bajada, se ubicó primera, pero Maria Reisch (foto) la desbancó con una esquiada agresiva y muy técnica. Sólo faltaba esperar por Vonn, pero la estadounidense se comió una puerta a la mitad del recorrido y se quedó afuera, dejándole el oro en bandeja a su gran amiga alemana. El tercer lugar del podio no podía tener una corredora que lo mereciera más: la sueca Anja Pearson, que se recuperó del palo que se pegó el día anterior y demostrando una enorme fortaleza mental y física se llevó el bronce olímpico.
En tanto, María Belén sufrió el mismo percance que Vonn y casi a la misma altura del trazado, dejándola sin chances, y Macarena hizo una bajada sobria que le permitió quedar 21ª. en el tiempo de manga y 26ª. en la clasificación final de la Super Combinada. Barahona, por su parte, finalizó en el 28° y último lugar, aunque siguió sumando experiencia para el futuro.

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